La Casa de la Caridad Hogar Migrante está colapsada y hace una semana tuvo que cerrar sus puertas por sobrecupo. Se mantiene al doble de su capacidad, y las necesidades se triplicaron, informó la Coordinadora, Geraldine Estrada Rivera.
En el lugar que tiene espacio para recibir 280 personas, hoy están albergados 545 distribuidos, además de las recamaras, en las áreas abiertas como canchas, patios y pasillos; duermen en camas, catres y cartones.
El flujo migratorio va en aumento, detalló al informar, que cada mes atienden poco más de 700 indocumentados que cruzan San Luis Potosí, para llegar a la frontera y alcanzar el sueño americano.
“Desde la semana pasada cerramos el albergue por sobrecupo. El espacio para mujeres es de 25 y hay 82. Niños menores de 12 años hay 29 y niños mayores de 12 años hay 22. Todos son familias”.
La caridad está por encima del reglamento, aseguró, por lo que prefieren meterlos y acomodarlos hasta en los pasillos, para que no se queden al exterior expuestos a la inseguridad que se vive en el barrio.
Reveló que tienen documentados robos a mano armada afuera y a los alrededores de la casa, y pese a que hay un módulo de seguridad municipal cerca del lugar, es insuficiente.
“Hemos tenido ya documentados asaltos a las personas que están afuera. Ellos no traen ni con qué comer, y aun así los asaltan. Tenemos un módulo de seguridad aquí en la esquina, pero no basta”.
“Lo hacen a los lados de las vías donde está todo obscuro, hay muchos recovecos que usan para dormirse, pero aun así. Ha habido asaltos a mano armada afuera del albergue en la madrugada. Yo confío mi seguridad de afuera a las autoridades”.
Explicó que elementos hacen rondines en la casa dos veces al día, “el apoyo ahí está, pero es insuficiente. Tanto mi director como yo soñamos que hubiera una patrulla afuera, eso ayudaría mucho para bajar la incidencia de delincuencia afuera”.
“Al ver eso dijimos pues vamos a meterlos y la cancha se vuelve dormitorio. Ya tenemos muchos meses así, con colchones, con catres en la cancha para que la gente no se quede afuera”.
Y es que desde que se puso en marcha la aplicación CBP One, que busca un ingreso legal y ordenado a Estados Unidos, las reglas de la Casa del Migrante en San Luis Potosí, cambio.
Ahora les dan la posibilidad de quedarse en lugar el tiempo que se demore la obtención de la cita, que puede ser hasta de dos meses, y no solamente tres días como antes.
“Mucha gente dice, pues no que se llaman caridad porque los dejan afuera, pues si señora, pero tengo que velar por la seguridad tanto de ellos como del equipo, si meto mil personas aquí, será peor”.
“No puedes ordenar a tanta gente con diferentes culturas, co diferentes creencias, la instrucción del padre, es hasta donde podamos, y que no colapse más la situación que venimos padeciendo desde hace dos meses”.
Actualmente tienen necesidades primordiales como colchones y catres, cobijas, medicamentos, comida y ropa de hombre. Estrada Rivera, hizo un llamado a la población, a unir fuerza, sin importar nacionalidades.
