El emblemático Kiosko de Tampico, conocido popularmente como “El Pulpo Rosa”, se identifica como un símbolo inigualable en el centro de la Plaza de Armas. Su construcción hace 70 años fusiona elementos neocoloniales, eclécticos y barrocos mexicanos, destacando su singularidad a nivel mundial.
Este icónico espacio ha sido escenario de diversas actividades a lo largo de los años. Desde eventos musicales hasta encuentros familiares, pasando por sesiones de fotografía social, declaraciones de amor y matrimonio, e incluso sirviendo como comedor para aquellos afectados por desastres naturales.
Su origen se remonta a una remodelación de la plaza en 1891, ordenada por el gobernador porfirista Don Alejandro Prieto Quintero. Tras ser afectado por un ciclón en 1933, se planeó su reconstrucción para dar lugar a una estructura más majestuosa, llevada a cabo por destacados ingenieros y arquitectos de la época.
Este espacio, construido con concreto armado y granito artificial rosa, ha presenciado momentos históricos, como su inauguración el 21 de noviembre de 1945 por el entonces gobernador Hugo Pedro González y el presidente municipal Fernando San Pedro. La ceremonia fue un evento cultural transmitido por radio, en el que se recordó el aniversario de la Revolución Mexicana y la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
A lo largo de su existencia, el kiosko ha sido parte de la vida cotidiana de Tampico. Durante el ciclón “Hilda” en 1955, se convirtió en comedor para la Cruz Roja americana, mostrando su solidaridad con la ciudad. Además, se convirtió en punto de encuentro para la juventud, quienes se reunían para intercambiar mensajes y disfrutar de la música de la banda local.
Ha sido el protagonista de numerosos reportajes nacionales e internacionales.
En años posteriores, se han honrado figuras ilustres de la ciudad con placas colocadas en sus columnas interiores, aunque algunas de estas fueron retiradas debido a remodelaciones de la plaza en diferentes épocas, como en el año 2004 y más recientemente en 2010.
Este ícono arquitectónico, además de ser parte esencial del patrimonio histórico y cultural de Tampico, sigue siendo un punto de reunión y referencia para sus habitantes, manteniendo viva la memoria de la ciudad y su evolución a lo largo del tiempo.
