El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, denunció este miércoles que los precursores químicos del fentanilo llegan a México desde China, aunque Pekín le asevera que tiene sus puertos bajo control.
Ellos sostienen que tienen control de sus puertos. Sin embargo, no fentanilo, pero sí precursores químicos se han decomisado en México procedentes de China y tenemos esa información, y ellos están ayudando y van a seguir apoyando”, aseguró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
“Incluso, consideramos que hay facturas falsas que se entregan de precursores químicos, supuestamente de China y supuestamente sustancias para propósitos médicos y no es así. Ya se está actuando”, añadió.
Sus declaraciones se producen después de su reunión el jueves pasado con el presidente de China, Xi Jinping, durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de San Francisco, donde acordaron cooperar para combatir el tráfico de fentanilo.
Pese a las denuncias de Washington, tanto México como China niegan que el fentanilo ilegal se produzca en sus países para después terminar en Estados Unidos.
Aún así, el gobernante mexicano informó de un acuerdo con su homólogo chino al respecto.
Que hiciéramos un esfuerzo para comunicarnos más y enfrentar a toda esta banda que se dedica al comercio de estas drogas, a la importación de estos químicos y ya se está actuando, y él estuvo de acuerdo en que trabajemos juntos, lo estamos haciendo ya”, comentó ahora López Obrador.
El mandatario ya había enviado este año dos cartas a Xi para pedirle su cooperación contra el tráfico de fentanilo, un tema sobre el que Estados Unidos ha elevado la presión ante sus elecciones presidenciales de 2024.
Incluso, el presidente de México aseguró en mayo pasado tener pruebas del tráfico ilegal de fentanilo desde China tras decomisar un contenedor en el puerto de Lázaro Cárdenas, en el Pacífico.
López Obrador afirmó que, durante su encuentro con Xi, vio que en China “están conscientes, él muy consciente, de que hay que trabajar juntos para evitar que lleguen los químicos, la droga que se convierte en fentanilo y que es muy dañina”.
“Él coincidió, incluso cuando le planteé el tema; él hizo mención de lo que había padecido China cuando la crisis del opio, y se coincidió de que esto está por encima, porque es una cuestión humanitaria, de las diferencias políticas e ideológicas que podamos temer”, sostuvo.