El aumento de los operativos de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera sur de México, principalmente en los estados de Chiapas y Oaxaca para contener el flujo migratorio y la amenaza que representa que los deporten, ha provocado que cada día sean más los ciudadanos extranjeros los que lleguen a México a través de la ruta marítima.
La ruta inicia en el puerto de ocós, en Guatemala
La ruta marítima migrante comienza a 455 kilómetros de Juchitán, el punto de salida está en el Puerto de Ocós en Guatemala, ahí los llamados “pollos exóticos”, como les llaman los tratantes a los migrantes que tienen los recursos para pagar sus servicios abordan las lanchas, similares a las que ocupan los pescadores rivereños, sólo que estás cuentan con hasta cinco motores fuera de borda de 140 caballos de fuerza cada uno, con una capacidad para transportar hasta 30 personas, 28 migrantes y dos tripulantes que se van turnando para realizar el viaje.
William González, migrante venezolano narró cómo al llegar a Guatemala, traficantes de personas se le acercaron para ofrecerle sus servicios, los costos van de los 3 mil a los 7 mil dólares, la diferencia de precios radica en el estado de la lancha y la fama de los responsables en lograr con éxito el viaje.
“Yo salí de mi país con cuatro amigos, todos gracias a Dios venimos bien, en el camino nos cruzamos con unos árabes, como pudimos nos entendimos y se unieron a nosotros, llegando a Guatemala, pasamos por Ocós, ahí nos ofrecieron sus servicios, claro que nosotros venimos al día, ellos si traían el dinero suficiente, les cobraron 7 mil dólares a cada uno, el pago lo hicieron al momento de subirse a la lancha”.
Los riesgos de navegar en lancha compensan la rapidez con la que llegan
De acuerdo con el relato de William, él y sus amigos que siguieron el viaje por carretera se hicieron 18 días en llegar de Venezuela al Istmo de Tehuantepec, muchos de esos días los tuvieron que ocupar para trabajar y juntar dinero para seguir el viaje.
“Nuestros amigos árabes que pagaron por viajar en lacha, llegaron en menos de 12 horas a un lugar que se llama Aguachil, que es ya Oaxaca, mientras que nosotros en esas 12 horas ni siquiera habíamos salido de Guatemala, ¡claro! Ellos tienen plata”.
Si bien el viaje en lancha es rápido, también tiene sus riesgos, un mal tiempo que provoque lluvias y marejadas, puede hundir la pequeña embarcación, además si son sorprendidos y agarrados por la Marina de México, simplemente son deportados, pierden todo el dinero que pagaron y a comenzar de nuevo.
Migrantes son distribuidos en diferentes puntos de las costas de Chiapas y Oaxaca
Una vez en aguas nacionales, los traficantes de personas van distribuyendo a los migrantes de acuerdo a la paga que recibieron, las comunidades destinos son: Puerto Madero, Mazatán, Tonalá y Huixtla en el Estado de Chiapas y San Francisco Ixhuatán y Santa María del Mar, Juchitán y Salina Cruz, en el Estado de Oaxaca.
La ruta marítima siempre ha existido, ahora se ha convertido en una alternativa para el flujo migratorio, el aumento de controles migratorios y operativos en la frontera sur de México, la han convertido en la opción para los “pollos exóticos” de nacionalidades como la: China, Árabe, Rusa y de varios países africanos y del medio oriente, que prefieren pagarla para avanzar más rápido a la frontera norte de México y con ello llegar a los Estados Unidos y conseguir el “Sueño Americano”.
La ruta marítima del Pacifico se volvió popular para los traficantes desde el año 2015, después de que entrara en vigor el Plan Frontera Sur en México, programa diseñado para reforzar los protocolos de seguridad a lo largo de la frontera con Guatemala.
En México, la Marina rescató a solo 4 mil 798 migrantes en once años, entre agosto de 2010 y octubre de 2021, lo que incluía a mil 204 migrantes durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, según datos citados por El País.
En tierra, las autoridades detuvieron a 16 mil migrantes solo en cuatro días de noviembre de 2022.