Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una cueva en Tulum, Quintana Roo, que era utilizada para realizar entierros humanos por los antiguos mayas.
Como parte del Programa de Mejoramiento de Zona Arqueológicas (Promeza), en Tulum se localizó una cueva, la cual estaba sellada con una roca de gran tamaño.
En la parte superior de la pared frontal de la cueva se encontró un caracol marino pegado con estuco a la roca madre, una decoración asociada con los mayas de la antigüedad.
Una vez que se retiró la piedra que bloqueaba la entrada, se encontraron dos cámaras que contenían los restos mortuorios de ocho personas.
Acompañando a la zona fúnebre, también se hallaron los restos óseos de animales de diferentes especies, como mamíferos, aves y peces, los cuales suelen encontrarse en los entierros mayas.
De acuerdo con la información del INAH, en la cueva de Tulum se encontraron fragmentos de cerámica con características del Posclásico Tardío (1200 – 1550 d.C.).
Los especialistas mencionan que en la zona de entierros, solamente a tres individuos se les puede vincular directamente un pequeño molcajete del tipo Papacal Inciso.
Por último, los investigadores añaden que en el área se dificultan las labores porque la zona de trabajo es muy reducida.
Pero las nuevas tecnologías, como el uso de escáneres láseres, permiten generar modelos 3D, con alto grado de detalle y precisión.