Los empresarios argumentan que la disminución de las horas de trabajo debe vincularse a políticas públicas y privadas para incrementar la productividad.
Reducir la semana laboral de 48 a 40 horas en México implicaría que las maquiladoras, encargadas de las exportaciones a EE. UU., deban contratar 600 mil trabajadores más para mantener la producción actual, alertaron industriales del norte. Esto representaría un aumento del 20% en el personal y, por ende, en los costos de nómina y otros gastos como uniformes y transporte.
Según Thor Salayandía Lara, vicepresidente de Canacintra, las pequeñas y medianas empresas en la cadena de suministro no están financieramente preparadas para la propuesta. También señaló que las grandes empresas enfrentarían dificultades.
“No se va a conseguir gente que pueda cubrir esos puestos y hay muchas cosas externas que los legisladores no han analizado bien”, indicó Salayandía Lara.
Él sugirió una implementación gradual de la propuesta, considerando la productividad como criterio clave para cualquier cambio futuro en el entorno laboral mexicano.
“México tiene una productividad de 20 dólares por hora y otros países, como Noruega por ejemplo, produce 150 dólares la hora. No producimos, y es muy lamentable porque no caminamos igual, el costo laboral es cada vez mayor y no hay estímulos para la economía”, dijo el líder industrial.
También señaló que esta política probablemente genere inflación al introducir dinero adicional en la economía y llevar a las empresas a aumentar los precios para compensar el aumento en los costos de nómina.
La región norte de México se vería más perjudicada.
La propuesta, sujeta a un extenso debate en México, está actualmente estancada en la Cámara de Diputados tras la falta de acuerdo a fines de 2023. Jesús Alberto Zarazúa Perea, director de CL Laboral, participante en el parlamento abierto sobre la reducción de la jornada laboral, sugiere que podría avanzar en los próximos meses. Destaca que el problema sería más significativo en la zona fronteriza, con escasez de desempleados, donde las maquiladoras tendrían dificultades para encontrar más personal. Las maquiladoras en México, que emplean a casi 3 millones de trabajadores directos, necesitarían aumentar su personal en un 20% para mantener la producción, implicando la contratación de 600 mil trabajadores adicionales.
“La jornada se está reduciendo en un 20 por ciento y en esa misma proporción las empresas tendrían que contratar personal para seguir manteniendo los niveles de producción”, explicó el abogado laboralista.
Zarazúa destacó la necesidad de esta reforma para el país, pero enfatizó que debe ir de la mano con políticas públicas y privadas que impulsen la productividad. También subrayó la importancia de un diálogo entre empleadores y trabajadores para evitar que las empresas carguen con todo el impacto.
Explicó que las empresas necesitan tiempo para implementar esta iniciativa, especialmente considerando la escasez de personal en diversas ciudades fronterizas. Advierte que una implementación rápida podría generar complicaciones. Por lo tanto, hizo un llamado al Gobierno Federal para diseñar incentivos que ayuden a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, a realizar la transición de manera más suave.
