El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) pronostica un aumento del 45.3 por ciento para el año 2024 en el sector agroalimentario, atribuido a diversos factores.
México muestra una creciente dependencia del maíz amarillo extranjero, alcanzando el 39% el año pasado y proyectándose a un nivel más alto del 45.3% para 2024, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Esta tendencia es preocupante, ya que la cifra del 45.3% sería la más alta desde 1960.
A pesar de los esfuerzos del gobierno federal, como los recursos destinados al programa Precios de Garantía, la dependencia sigue en aumento. México es superavitario en la producción de maíz blanco pero presenta un déficit en la producción de maíz amarillo, lo que requiere importaciones. En 2023, el país importó el 39% de su maíz.
El USDA estima que en 2024 la cosecha total de maíz en México será de 25.5 millones de toneladas, una baja anual del 9.2% y el menor volumen en los últimos nueve años. Esto resultará en una disminución en la autosuficiencia alimentaria de maíz, que caerá al 54.7%, comparado con el 61% de 2023, debido a la menor producción proyectada y un consumo interno récord de 46.6 millones de toneladas.
Según la FAO, la autosuficiencia alimentaria se logra con un nivel mínimo del 75%. Dada la menor cosecha y el mayor consumo en México, se espera que las importaciones de maíz alcancen un nuevo récord de 19.6 millones de toneladas en 2024.
Factores como la sequía en estados clave y la cancelación de apoyos gubernamentales para la agricultura comercial contribuyen a la menor producción proyectada. Además, la intransigencia del gobierno para permitir el uso de semillas genéticamente modificadas ha afectado el rendimiento de los cultivos. La apreciación del peso frente al dólar y la caída del precio mundial del maíz también fortalecen las previsiones de importación según el USDA.
“No es bueno este nivel de dependencia y eso es un indicativo de que hay muchas cosas que se tiene que hacer en pro de los sistemas modernos de producción, tenemos que adoptar esas tecnologías (en semillas híbridas y con genética modificada), mientras no suceda eso vamos a ver cómo el cambio climático le hace cada vez más daño a nuestros cultivos”, advirtió García Moreno.
“Los americanos con una gran sequía que también tuvieron, con temperaturas espantosamente altas en (estados que conforman) el cinturón del maíz, tuvieron una cosecha magnífica al grado que esa mayor oferta ha provocado bajas en el precio internacional del maíz”.
“Y esto fue porque tienen (semillas) híbridas super buenas, genética modificada, tecnologías, sistemas de producción ultramodernos, tecnologías de punta y son super productivos. Es importante que el gobierno reactive los diferentes programas para la agricultura comercial, sobre todo los más estratégicos”.
