Tapachula, ubicada en la frontera sur de México, cerró el año 2023 con la inflación más alta a nivel nacional, situación agravada por un flujo migratorio sin precedentes, según alertaron grupos empresariales este viernes.
Tapachula, está situada en la frontera entre el estado mexicano de Chiapas y Guatemala, registró una tasa de inflación anual del 7.17%, superando el 4.66% a nivel nacional en México, según el mapa de precios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Las cámaras empresariales informaron a EFE que la llegada masiva de migrantes de diversos países ha provocado un aumento de precios en productos básicos, transporte, alimentos y alquileres de viviendas en la frontera sur de México.
Un aumento en los precios coincidiendo con un gran flujo migratorio.
La Ciudad de México encabeza la lista de destinos preferidos por ingresos extranjeros, seguida por Quintana Roo, específicamente en el corredor turístico de Tulum y Cancún, así como ciudades como Tijuana y Los Cabos en Baja California Norte y Sur.
Estas áreas han atraído a trabajadores y empresarios del sector tecnológico, financiero y diversos emprendimientos, ofreciendo viviendas asequibles, especialmente para aquellos que adoptaron la flexibilidad laboral remota después de los confinamientos y restricciones de viaje en 2020. Además, comparten husos horarios con Estados Unidos y Canadá.
Este fenómeno se refleja en un aumento significativo en la demanda de viviendas en zonas específicas. Por ejemplo, en la colonia Condesa, los precios de alquiler han experimentado incrementos de hasta un 40% entre 2020 y 2022, según el analista de bienes raíces de Propiedades.com, Leonardo González Tejeda.
El Gobierno mexicano ha resaltado la llegada de numerosos extranjeros, especialmente jóvenes de EE. UU., a residir en la Ciudad de México, asegurando que es una ciudad atractiva y segura. El presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó en su conferencia matutina del 17 de enero que la capital ha fascinado a miles de extranjeros en los últimos años. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, enfatizó la importancia de facilitar la presencia en el país de nómadas digitales, aquellos que trabajan remotamente a tiempo completo, destacando el interés de jóvenes de EE. UU. y Canadá.
Los servicios de alojamiento digital, como Airbnb y Booking, que generan ingresos anuales de US$8.400 millones y US$4.000 millones respectivamente, han facilitado la estancia de trabajadores extranjeros. Sin embargo, esta promoción conlleva un costo social: el desplazamiento de los inquilinos locales.
En octubre de 2022, más de 50 colectivos y organizaciones no gubernamentales, junto con 800 activistas y residentes de la Ciudad de México, suscribieron un pliego petitorio exigiendo un diagnóstico y evaluación del impacto de Airbnb, una regulación clara sobre el pago de impuestos, así como legislación en favor de los inquilinos para garantizar su permanencia en la ciudad y prevenir su expulsión. Un mes después, miembros de estos grupos protestaron frente a las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) para entregar el pliego petitorio.
Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y una posible candidata presidencial del partido gobernante, mencionó en noviembre que implementarán medidas para abordar los problemas asociados con las plataformas de hospedaje en la capital, sin especificar la estrategia con detalle.
Sheinbaum afirmó que no permitirán un aumento en el precio de la vivienda y confirmó la existencia de medidas, aunque no entró en detalles al respecto.La proliferación de plataformas de alquiler digital ha enfrentado desafíos más allá de lo económico, como la trágica muerte de tres ciudadanos estadounidenses por intoxicación de monóxido de carbono en un apartamento alquilado a través de Airbnb en la zona de Santa Fe, Ciudad de México, en noviembre de 2022, según informó la Fiscalía General de Justicia capitalina.
Hasta la fecha de cierre de esta edición, el Gobierno de la Ciudad de México no ha presentado ninguna propuesta para regular estas plataformas. Airbnb ha afirmado su conformidad con la regulación existente y ha informado que ha contribuido con MXN$350 millones en impuestos por hospedaje en la capital durante los últimos cinco años.
La gentrificación en la Ciudad de México ha llevado a que los residentes locales busquen propiedades en lugares más asequibles, como Mérida y Veracruz, donde los centros históricos experimentan procesos significativos de renovación urbana, según Juan Sokoloff, vicepresidente de Data y Analítica de Tuhabi, una plataforma digital centrada en la compra de bienes raíces.
Este fenómeno de gentrificación implica que ciertas poblaciones se establecen en áreas históricamente menos prósperas, generando desplazamiento social y aumentando los valores de vida y alquiler en esas áreas.
Los propietarios de viviendas se benefician al aprovechar la oportunidad de negocio con los nuevos residentes, además de crear empleos administrativos y de limpieza con salarios superiores al promedio, e incluso ofreciendo seguridad social en algunos casos.
Julia, propietaria de cuatro departamentos en la colonia Condesa en la Ciudad de México, ha experimentado éxito al alquilar sus propiedades en Airbnb, registrando más de 950 noches reservadas al año en los últimos siete años. Según Julia, esto ha generado oportunidades de trabajo y ha contribuido al surgimiento de negocios como el restaurante Molino Pujol de Enrique Olvera, frecuentado mayormente por extranjeros o ciudadanos con alto poder adquisitivo.