La población LGBTQ+ y aliados celebran frente al parlamento griego tras la aprobación de un proyecto de ley que legaliza el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en Atenas el 15 de febrero.
El parlamento griego aprobó una histórica ley que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiendo a Grecia en el primer país de mayoría ortodoxa en hacerlo. Con 176 votos a favor y 76 en contra, la decisión fue el resultado de meses de debate público y político.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, la consideró un hito para los derechos humanos, reflejando a Grecia como un país progresista. Andrea Gilbert de Atenas Pride destacó el significado para parejas jóvenes y la base legal para avanzar. La legislación, centrada en derechos parentales, otorga reconocimiento pleno a padres del mismo sexo, permitiendo la adopción y la tutela legal de ambos progenitores.
Aunque Grecia introdujo uniones civiles hace una década, la nueva ley supera limitaciones anteriores al reconocer a ambos padres en relaciones homosexuales. Katerina Trimmi, de la Comisión Nacional Griega de Derechos Humanos, señaló que, aunque proporciona tranquilidad en derechos parentales, el proceso de adopción podría simplificarse. La legislación también permite la adopción por parejas del mismo sexo, pero excluye la gestación subrogada, un tema delicado en la Unión Europea que Mitsotakis no abordará, rechazando la idea de “máquinas de producir hijos a pedido”.
La recién aprobada legislación también reconoce el estatus de los hijos existentes, ya sean adoptados o nacidos de madres de alquiler en el extranjero. Miembros de la comunidad LGBTQ+ expresaron a CNN que se sintieron reconocidos por primera vez mientras los legisladores se preparaban para votar el proyecto de ley frente al Parlamento en Atenas el jueves. Sergio Berezovski, un estudiante de ingeniería informática de 20 años, calificó la votación como un “auténtico momento histórico” y destacó que “puedo salir, ser yo mismo y tener los mismos derechos que el resto de la sociedad. Simplemente me siento visibilizado, esa es la parte más importante”.
La sociedad griega se muestra dividida en torno al matrimonio igualitario. Aunque 15 de los 27 países de la Unión Europea ya lo han legalizado, Grecia enfrentó una batalla emotiva, liderada por un partido de centro derecha y enfrentándose a la resistencia de votantes que respaldan valores familiares tradicionales.
El primer ministro Mitsotakis, fortalecido por su reciente mandato, mantuvo su compromiso con el proyecto de ley para alinearse con las fuerzas progresistas de la UE. Las encuestas reflejan que Grecia sigue siendo una sociedad arraigada en valores y estructuras familiares tradicionales, aunque con rezagos en igualdad de género. Una encuesta mostró que el 62% respalda el matrimonio igualitario, pero el 69% se opone a la paternidad entre personas del mismo sexo, especialmente entre los más jóvenes.
La Iglesia Ortodoxa Griega, representando al 80% de la población, expresó su ira, argumentando que el proyecto de ley prioriza los derechos de los adultos homosexuales sobre los intereses de sus futuros hijos, al permitir que crezcan en un entorno sin padre ni madre.
Los obispos de alto rango han amenazado con protestas. En una manifestación frente al parlamento, manifestantes, incluidos sacerdotes con crucifijos, se unieron a simpatizantes de ultraderecha cantando “Quiten sus manos de nuestros niños”. El Gobierno de Nueva Democracia, de centroderecha y patrocinador del proyecto de ley, no obtuvo el respaldo de algunos de sus 158 políticos en el parlamento de 300 escaños, necesitando votos de partidos de oposición para la aprobación.
Alexis Rafailides, un estudiante de informática de 21 años, destacó la importancia de la votación debido a la discriminación existente en Grecia contra la comunidad LGBTQ+, expresando su alivio al conocer a personas similares.
Poco después de su contundente victoria electoral en su segundo mandato, el primer ministro Mitsotakis prometió respaldo a la legislación sobre el matrimonio igualitario. El ascenso de Stefanos Kasselakis, un político greco-estadounidense abiertamente gay, podría haber influido políticamente.
La pareja de Kasselakis, Tyler McBeth, también fue parte de la campaña, manteniendo su relación en el foco público griego. Su matrimonio en octubre y la declaración sobre la intención de tener hijos a través de una madre sustituta generaron controversia. Kasselakis considera la nueva ley como un paso positivo.
La legislación no solo alinea a Grecia con otras naciones europeas, sino que también sirve para mejorar la imagen del partido gobernante frente a críticas previas. Sin embargo, hay riesgos políticos, ya que la ultraderecha, que aumentó en las elecciones anteriores, se opuso a la ley. A pesar de ello, la aprobación de la ley representa una victoria para activistas y miembros de la comunidad LGBTQ+.