Un movimiento significativo, representado por una multitud comprometida, expresó su desacuerdo con López Obrador, defendiendo la importancia de elecciones justas en el próximo junio y oponiéndose a las alegadas acciones adversas hacia el Instituto Nacional Electoral (INE). DW examina estas acusaciones y otras en un momento crucial para México.
A cuatro meses de que México defina su destino político y a solo dos semanas del inicio de las campañas presidenciales, numerosas personas se manifestaron el pasado domingo (18.02.2024) en el Zócalo de Ciudad de México, ubicado en el corazón de la capital, con el lema “Nuestra democracia no se toca”.
Esta concentración, organizada por diversos sectores de la sociedad civil, incluyendo líderes de la oposición, tenía como objetivo destacar la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a quien acusan de intentar “desmantelar” el camino democrático que lo llevó al cargo presidencial. La protesta también demandó la garantía de un “voto libre” en las elecciones del próximo 2 de junio.
Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) y orador principal de la marcha, señaló que actualmente se enfrentan a un “proyecto de regresión autoritaria”. Además, acusó al Gobierno actual de someter a otras instituciones a un “acoso permanente”. Las demandas incluyen la defensa del INE como entidad central en las elecciones del país, ante los intentos de reforma de AMLO, que, según los manifestantes, buscan limitar su autonomía.
La validez de estas denuncias y otras acusaciones está siendo analizada por expertos consultados por DW en un momento crucial para el país.
¿Lidera López Obrador un “proyecto de regresión autoritaria”? Según algunos observadores, la reciente manifestación masiva y el discurso de Córdova reflejan el temor de ciertos sectores de la población hacia una posible “regresión” política en el país. Khemvirg Puente, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), argumenta que este temor se intensifica debido al perfil transparente de López Obrador, quien, según Puente, está trabajando activamente para asegurar el triunfo de su sucesora y consolidar su movimiento como un partido hegemónico, similar al PRI en el pasado, al mismo tiempo que reduce el poder de los partidos que lo han desafiado.
Sin embargo, otros expertos no comparten la visión de un “proyecto de regresión autoritaria”. El Dr. Efren Chávez, académico en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, sostiene que AMLO defiende un proyecto de nación basado en sus principios, mientras que la oposición tiene perspectivas diferentes. Chávez enfatiza que la elección será el medio para decidir qué proyecto seguir. Para él, lo crítico es evitar que la población deje de creer en la democracia, ya que esto podría conducir al caos y la violencia.
La Dra. Angélica Cazarín, directora del Centro de Estudios Políticos y Sociales del Colegio de Tlaxcala (México), señala que el partido de AMLO, Morena, llega a estas elecciones con más poder que nunca en sus diez años de existencia, con gobiernos en 23 de los 32 estados. Según Cazarín, esto podría dar la impresión de un retorno a un modelo de partido único y dominante en México.
La posición del presidente López Obrador respecto a los órganos autónomos descentralizados ha sido clara desde antes de su presidencia, considerándolos costosos con pocos resultados tangibles para el beneficio del pueblo, según la profesora Alejandra López de la Universidad Anáhuac México. A pesar de las confrontaciones con el expresidente del INE, Lorenzo Córdova, desde el inicio de su mandato en 2018, con recortes presupuestarios y limitación de recursos, las controversias aumentaron en 2022 con iniciativas que buscaban restringir la actuación del INE y dar ventajas a Morena al permitirle opinar sobre el proceso electoral en las conferencias matutinas de López Obrador.
Entre estas iniciativas, destaca la propuesta de transformar el INE en el INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consultas), único organismo encargado de organizar elecciones a nivel federal y local, con una reducción de consejeros de 11 a 7. Esta transformación implicaría la desaparición de los organismos públicos electorales a nivel local, aunque se mantendrían las consultas ciudadanas.
Para Alejandra López, eliminar o limitar la actuación del INE, ya sea por ley o mediante la reducción de presupuesto, constituye una regresión significativa para la democracia mexicana y las instituciones construidas sobre la base de la confianza ciudadana.
En cuanto a la acusación de “acoso permanente” a otras instituciones por parte del gobierno actual, Khemvirg Puente sostiene que López Obrador ha excedido en el uso del poder presidencial al amenazar a quienes piensan diferente y al intentar capturar instituciones autónomas como el INE. Según Angélica Cazarín, la persistencia de prácticas como la compra de votos, el uso indebido de recursos públicos y la coacción electoral pervierten el ejercicio democrático en México, aunque destaca que el equilibrio de poderes en el país ha evitado la aprobación de algunas iniciativas presidenciales durante este sexenio.
