La maestra Ada González Torres, catedrática de la escuela primaria Vicente Guerrero de Ciudad Madero, en su lecho de muerte escribió una carta, donde pidió como última voluntad que en lugar de que le.compraran ofrendas florales en su velorio, ese dinero lo usarán para ayudar a uno de sus alumnos de escasos recursos.
Al estar consciente de la necesidad de un estudiante de sexto año grado, pidió a todos sus seres queridos, que lo que se fueran a gastar en rosas para despedirse de ella en el sepelio, mejor se entregara en favor de la familia del menor, para ayudar en su economía.
“Se agradecerá que en vez de una ofrenda floral, se entregue el efectivo, el cual será donado a un alumno o alumna de sexto grado de buen aprovechamiento escolar y de bajos recursos de la escuela primaria general Vicente Guerrero de Ciudad Madero”, escribió en un pedazo de papel.
Después de su fallecimiento, su petición fue cumplida, pero no solo eso, le dieron una digna despedida al pasar la carroza por la escuela donde daba clases, donde ya esperaban, alumnos, maestros y padres de familia con globos y cartulinas.
“Dejó escrito un último deseo que nosotros recibimos con una gran sorpresa, dejó dicho que no gastaran en flores, que ahorraran ese dinero y se lo entregaran a alumnos de escasos recursos de la escuela primaria Vicente Guerrero”, aseveró la directora de este plantel, Benita Vázquez García.
Aseguró que siempre fue catalogada como una de las mejores maestras, muy comprometida y con calidad humana, que demostraba día a día el amor que tenía por su trabajo y los niños.
“Fue una excelente maestra por donde quieran que se le viera, con muchas virtudes y valores, dejaba a sus alumnos de sexto año hasta las ocho de la noche y no había padre o madre que protestara, porque ella estaba enseñándoles a sus alumnos hasta esa hora, no se medía en su tiempo para que sus alumnos aprendieran”, expresó.