Durante este mes de marzo, dos terceras partes del estado enfrentan una sequía que varía de “moderada” a “extrema”, según los datos proporcionados por la Conagua.
La sequía está afectando severamente a Oaxaca, donde al iniciar la primavera y la etapa más crítica del estiaje, algunas de sus principales presas se encuentran por debajo del 50% de su capacidad. Esta situación representa una amenaza para el sector turístico y la agricultura en una de las regiones más empobrecidas del país.
La crisis se refleja en la presa Presidente Benito Juárez del Istmo de Tehuantepec, la zona más estrecha de México. El embalse se encuentra a cerca de un tercio de su capacidad total de 300,000 metros cúbicos en el municipio de Jalapa del Marqués, ubicado a 210 kilómetros de la capital oaxaqueña.
“Luis Ángel Vásquez, encargado de la represa operada por la Conagua, precisó que actualmente, debido al bajo nivel de la presa, se ha cerrado y mantenemos un porcentaje de menos del 35% de su capacidad”.
Desde una perspectiva aérea, las imágenes revelan que el color azul del agua está desapareciendo gradualmente entre las lomas blanquecinas que se asemejan a islas dentro de la presa. Desde febrero pasado, estas lomas han ido ganando espacio y descubriendo lo que alguna vez fue el pueblo de Jalapa Viejo, inundado en 1962 para la construcción de esta presa.
El panorama actual refleja la emergencia hídrica que enfrenta Oaxaca, el tercer estado con mayor población en pobreza en México (58.4%), según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esta situación no es nueva para la región, ya que experiencias similares se han registrado en 2017 y 2019.
Durante este mes de marzo, dos terceras partes (66.6%) del estado, reconocido por su producción de café, maíz y chocolate, se encuentran afectadas por una sequía que varía de “moderada” a “extrema”, según el Monitor de Sequía de la Conagua.
Gregorio López, un hombre de 76 años de edad, aún recuerda el lugar donde estaba su casa en Jalapa el Viejo, cuyos restos emergieron en la presa a principios de este 2024 debido a la sequía, la falta de lluvias y las escasas cosechas.
“La sequía de este año fue muy severa, no ha habido lluvias en absoluto. Todos mis vecinos de esta zona están en la misma situación. Sembraron sus cultivos pero no hay nada, igual que aquí, porque las lluvias no llegaron”, comentó mientras caminaba entre las ramas secas de los maizales que se marchitaron desde hace un año.