La Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC) ha solicitado a México que establezca las bases necesarias para liderar la industria de semiconductores en un plazo no mayor a dos años. Estas bases deben estar exentas de proteccionismo y subsidios, y deben fomentar la libre competencia entre las empresas ubicadas en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
“Norteamérica necesita y puede desarrollar una cadena de semiconductores en una colaboración armónica, segura, resiliente y diversificada, que asegure la disponibilidad de materiales, instalaciones tecnológicas y talento calificado,” afirmó Eugenio Marín, director general de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia.
A nivel mundial, se espera que los ingresos del sector superen los 720 mil millones de dólares en 2024 y alcancen los 1.2 billones de dólares en 2029, según FUMEC.
Construir una cadena de suministro regional en semiconductores, en la que México desempeñe un papel creciente, requerirá acciones específicas por parte de las instituciones públicas y privadas mexicanas, destacó el representante del organismo durante la presentación del Mapa de Ruta: Oportunidades para el Nearshoring de Semiconductores en México.
Marín agregó que los planes de acción de México deben ser operativamente viables a corto plazo (uno o dos años) y centrarse en mejorar la capacidad del sector de semiconductores. “Dichos planes deben promover la coordinación y el intercambio de información entre los actores clave del sector de semiconductores, así como fomentar la competencia económica,” comentó.
Las estrategias para detonar la industria de semiconductores en México deben evitar el proteccionismo, la inversión pública o subsidios no estratégicos para algunas empresas específicas (o bien conectadas), añadió el representante de la organización creada con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1992, con el apoyo de organizaciones de Estados Unidos y México.
La misión de Fumec es impulsar la competitividad binacional mediante el uso de la Ciencia y la Tecnología para resolver problemas y potenciar oportunidades. Su visión es convertir a Estados Unidos y México en la región más inclusiva, competitiva y sostenible del mundo.
México se está consolidando como un socio económico clave en el esfuerzo por posicionar a Norteamérica como líder mundial en la cadena de suministro, señaló Eugenio Marín.
Por ello, se busca identificar las condiciones y recomendaciones específicas para aprovechar las oportunidades en la industria de semiconductores, fortaleciendo así su presencia en México, donde ya operan empresas en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
Las crecientes tensiones geopolíticas, la reconfiguración de los flujos comerciales internacionales y los alarmantes riesgos climáticos y sanitarios globales han hecho que la resiliencia de las cadenas de suministro sea tan crucial como su eficiencia.
Como resultado, la estabilidad y viabilidad a largo plazo de la base manufacturera de Norteamérica dependerán de la reubicación de actividades específicas de la cadena de suministro a México.
Entre los principales sectores industriales, los semiconductores destacan por su importancia estratégica y económica. Estos se han convertido en componentes esenciales de la mayoría de los productos manufacturados, según detalló el director general de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia.
México, por un lado, está adoptando un enfoque proactivo para estimular la inversión en semiconductores, según expuso.
Hasta junio de 2024, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha respaldado un acuerdo de colaboración entre Secretarías clave, incluyendo las de finanzas, desarrollo económico, protección ambiental, infraestructura, comunicaciones, transportes y energía, recordó.
El propósito de este acuerdo es promover la industria de semiconductores en México, añadió.
“México carece actualmente de un análisis profundo de las oportunidades, desafíos y requerimientos de capacidades que el sector público y privado deben abordar para asegurar su lugar en la oferta regional de semiconductores en desarrollo”, comentó Eugenio Marín.
Afirmó que los gobiernos estatales, las asociaciones empresariales y las universidades pueden desempeñar un papel crucial en la creación de conexiones locales entre empresas y oportunidades de financiamiento que impulsen proyectos de inversión en nearshoring.
Para fortalecer la industria de semiconductores, la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia presentó una serie de acciones:
- Infraestructura: Aprovechar o asegurar los recursos financieros necesarios para construir instalaciones específicas para semiconductores, como laboratorios, cuartos limpios y centros de pruebas.
- Cadena de suministro: Utilizar datos sobre patrones de comercio mundial, especialmente del este asiático, para identificar las etapas de la cadena de suministro de semiconductores en las que México tiene mayor potencial. Además, agilizar o eliminar las regulaciones que obstaculizan la Inversión Extranjera Directa (IED). También, colaborar con empresas ancla norteamericanas en áreas de la cadena de suministro que las pequeñas y medianas empresas mexicanas puedan cubrir.
- Fuerza laboral: Promover la colaboración e intercambio de información entre la industria y la academia para adaptar los programas universitarios con planes de estudio específicos para semiconductores. Utilizar la retroalimentación de empresas clave para identificar, capacitar, contratar y retener a los trabajadores con la capacidad técnica necesaria para llevar a cabo etapas específicas de la cadena de suministro de semiconductores.
- Innovación: Dirigir más inversiones en investigación y desarrollo (I+D) hacia los procesos del sector de semiconductores. Reorientar las actividades de I+D existentes para desarrollar la capacidad de las empresas en el sector de semiconductores, buscar la transferencia de tecnología por mandato contractual y fortalecer la protección de la propiedad intelectual (PI).
- Emprendimiento: Crear o reorientar mecanismos de financiamiento hacia nuevas empresas e incubadoras que contribuyan a la innovación en las cadenas de suministro de semiconductores. Generar incentivos y sensibilizar sobre la adopción de prácticas de integridad interna que fomenten la confianza necesaria para establecer asociaciones a largo plazo. Estas prácticas incluyen códigos de conducta, protocolos anticorrupción, protección de la propiedad intelectual, confidencialidad y denuncia de irregularidades.
