Estocolmo. Este lunes, el Premio Nobel de Economía fue otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson por sus investigaciones sobre cómo las instituciones afectan la prosperidad de las naciones.
Los tres académicos, que residen en Estados Unidos, fueron reconocidos “por sus estudios sobre la formación de instituciones y su impacto en la prosperidad”, según el comunicado del jurado. Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio, destacó que reducir las marcadas diferencias de ingreso entre países es uno de los principales desafíos actuales y que los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones para abordar esta cuestión.
A través del análisis de los sistemas políticos y económicos impuestos por los colonizadores europeos, los investigadores evidenciaron una conexión entre instituciones y prosperidad. Jan Teorell, miembro del comité, señaló que aunque los países más pobres están creciendo, no logran cerrar la brecha.
Acemoglu, de 57 años, y Johnson, de 61, son profesores en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mientras que Robinson, de 64 años, enseña en la Universidad de Chicago.
El jurado utilizó el ejemplo de Nogales, una ciudad dividida por la frontera entre Estados Unidos y México, para ilustrar cómo el sistema económico estadounidense ofrece mejores oportunidades a los residentes del lado norte, en contraste con las limitaciones del lado sur. La Real Academia Sueca de Ciencias afirmó que la diferencia clave no radica en la geografía o la cultura, sino en las instituciones.
Además, el jurado destacó que las investigaciones de los premiados ayudan a entender por qué algunos países se quedan atrapados en ciclos de bajo crecimiento, muchas veces debido a las instituciones establecidas por las potencias coloniales.
Acemoglu, conocido por su libro “Por qué fracasan los países”, expresó su alegría al recibir la noticia, calificándola de “sorprendente e increíble”.
El Premio Nobel de Economía, creado en 1968, es el único que no fue establecido en el testamento de Alfred Nobel, lo que le ha valido el apodo de “falso Nobel”. Este año, el premio será entregado en ceremonias en Estocolmo y Oslo el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Nobel en 1896.