Este domingo se produce una nueva escalada en el conflicto armado en Medio Oriente.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, destacó este domingo los logros alcanzados por las tropas en la incursión terrestre en el sur de Líbano, afirmando que esto está permitiendo “destruir” a la milicia chií Hizbulá y sus capacidades militares.
“Estamos no solo destruyendo al enemigo, sino también desmantelando sus túneles, depósitos de armas e infraestructura de ataque. El resultado es evidente: en los sitios que Hizbulá había preparado para atacarnos, ahora hay tropas en operaciones”, declaró Gallant a la División 98 del Ejército tras su visita a la frontera de Israel con Líbano.
Además, el ministro de Defensa comentó que los miembros del grupo libanés capturados están compartiendo más información y se encuentran “aterrorizados” ante la posibilidad de un colapso de su milicia.
“Los prisioneros nos cuentan que están asustados, porque saben que no cuentan con lo necesario para enfrentar lo que ocurre en el campo de batalla, ya sea en términos de fuerza, capacidad de combate, precisión o determinación”, agregó a los soldados.
Desde que Israel inició su invasión en el sur de Líbano en la madrugada del 1 de octubre, al menos 24 soldados israelíes han perdido la vida en ataques en la frontera (16 en combate en el país vecino y 8 en territorio israelí).
En las últimas 24 horas, las fuerzas israelíes han atacado más de 100 objetivos militares de Hizbulá, incluyendo “edificios militares capturados y un almacén de armas” utilizados por la milicia, según informó el Ejército en un comunicado.
“Durante estas operaciones, los soldados encontraron un pozo subterráneo y un puesto de estacionamiento empleado por los terroristas de Hizbulá, así como un almacén que contenía numerosos arsenales de armas”, señala el comunicado.
Este domingo, Israel intensificó sus bombardeos en los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como el Dahye, tras la orden del Ejército israelí de evacuar varios puntos de esta zona devastada, que se ha convertido en un extrarradio fantasma a unos seis kilómetros de la capital libanesa.
En un año de hostilidades entre Israel y Hizbulá, más de 2,400 personas han perdido la vida en territorio libanés—la mayoría en el último mes—y más de 1.2 millones se han visto forzadas a abandonar sus hogares para escapar de la violencia, lo que ha generado una grave crisis humanitaria en el país mediterráneo.