El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció que México mantiene bases económicas sólidas y marcos de políticas institucionales robustos, lo que le permite cumplir con los requisitos para mantener su acceso a la línea de crédito flexible (LCF) de 35 mil millones de dólares. Esta herramienta, que aún no ha sido utilizada, actúa como un respaldo para el país.
En el contexto del artículo 4 del Convenio Constitutivo del FMI, el equipo técnico del organismo presentó las conclusiones tras su visita a México para recopilar y analizar datos económicos. Según el informe, el Directorio Ejecutivo del FMI determinó que las políticas macroeconómicas de México y sus marcos institucionales siguen siendo firmes, destacando un régimen de tipo de cambio flexible, un marco confiable de metas de inflación, una ley de responsabilidad fiscal y un sector financiero bien regulado.
El FMI observó una desaceleración en la economía mexicana, pero reconoció que las políticas sólidas y los fundamentos económicos han sostenido una posición macroeconómica fuerte. La deuda pública se mantiene relativamente baja, una política monetaria activa contribuye a la reducción de la inflación, y México podría beneficiarse de la reconfiguración de las cadenas de suministro globales.
El FMI también destacó la sostenibilidad de la posición externa de México, un nivel adecuado de reservas internacionales, un historial positivo de acceso a mercados de capital con condiciones favorables y un sistema financiero bien capitalizado y líquido que es resistente ante riesgos sistémicos, apoyado por una supervisión eficaz.
Sin embargo, el informe advirtió sobre posibles riesgos derivados de recientes cambios en el Poder Judicial y eventuales enmiendas constitucionales. A pesar de ello, el FMI considera a México un candidato para la LCF, la cual actúa como un seguro frente a escenarios extremos y no ha sido activada hasta ahora.
La Comisión de Cambios, compuesta por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (BdeM), explicó que el monto de la LCF es de 35 mil millones de dólares. Esta es la undécima renovación del instrumento desde su solicitud inicial en 2009, y su monto ha bajado desde los 47 mil millones de dólares.
La medida fortalece la posición de México ante la volatilidad global, y la Comisión reiteró la continuidad de la estrategia gradual y ordenada para salir de la LCF, vigente desde 2017. El Directorio Ejecutivo del FMI también subrayó que la administración de Claudia Sheinbaum Pardo considera útil el acceso a la LCF para proporcionar un colchón adecuado frente a posibles riesgos externos.
Finalmente, las autoridades reafirmaron su compromiso con políticas macroeconómicas prudentes que favorecen la estabilidad financiera y un crecimiento económico inclusivo y sostenible, concluyó la Comisión de Cambios.