México dejó de exportar alrededor de un millón de colchones cada mes a Estados Unidos debido a la imposición de aranceles por parte del gobierno de Joe Biden. Esta medida afectó gravemente a la industria mexicana, ya que los aranceles encarecieron los colchones mexicanos, reduciendo su competitividad en el mercado estadounidense y provocando una drástica disminución en las exportaciones.
La amenaza de imponer aranceles se materializó en la industria del sueño, lo que resultó en el cierre de operaciones de fabricantes de colchones en México. Esta medida ha llevado a la desaparición del negocio de exportación de estos productos, que solían ofrecer descanso y confort a millones de estadounidenses. La imposición de aranceles ha afectado gravemente a esta industria, eliminando un sector clave de exportación para México.
“Se dejaron de enviar un millón de colchones, en promedio, mensuales desde el mercado mexicano a Estados Unidos debido a la imposición de aranceles a principios de año”, revela Fernando Galán, CEO de BEYOND 3PL.
Con los aranceles impuestos por el gobierno de Joe Biden, los fabricantes de colchones se vieron obligados a cerrar algunas plantas en el Bajío, especialmente en Jalisco, ya que no existe un alto consumo en el mercado nacional para compensar la caída de las exportaciones hacia Estados Unidos.
En Estados Unidos, existen 4 empresas dedicadas a la fabricación de colchones, las cuales no dan abasto para satisfacer la demanda del mercado estadounidense. “Las empresas mexicanas que cerraron les vendieron todo el equipo y maquinaria a esas plantas en Estados Unidos, y así fue como se cerraron sus fábricas”, explica Fernando Galán, empresario y creador del holding OCEANUS 4PL, que agrupa otros negocios que tiene a nivel mundial.
El equipo y la maquinaria de las fábricas mexicanas fueron enviados a Estados Unidos debido a que “no hay forma de exportar los colchones, a menos que se pague la tasa arancelaria, lo que te saca del mercado”. A los colchones fabricados en México se les impuso un arancel del 100%, lo que significa que “de pagar 100 dólares, ahora pagan 1,000 dólares”, recuerda el empresario.
“Eso era una locura, ya no era costeable ni operable, ya no era negocio, y por eso optaron por cerrar”, señala Fernando Galán.
México experimentó un impacto negativo en la venta de colchones debido a que su principal consumidor, Estados Unidos, impuso aranceles muy altos. “Unas 2 o 3 fábricas en México tuvieron que cerrar, porque fabricaban colchones exclusivamente para exportar a Estados Unidos, un mercado que les compraba toda la producción”, añade el dueño de la agencia de carga internacional.
Debido al cierre de operaciones de los fabricantes de colchones en México, BEYOND 3PL abrió oficinas en Guatemala.
“Nos dicen los clientes en Estados Unidos que ya no pueden traer colchones de México, por lo que nos pidieron ayuda para buscar otro mercado, y decidimos enfocarnos en Centroamérica, que por su cercanía es la mejor opción”, expresa Fernando Galán.
“Nos centralizamos con Olimpia, el mayor fabricante de colchones en Centroamérica, con fábricas en Guatemala y Honduras”, comenta el empresario.
Hoy en día, los colchones se exportan desde Centroamérica hacia Estados Unidos, y, de manera similar, en Guatemala se están vendiendo motocicletas importadas de China y ensambladas en México, señala el directivo de BEYOND 3PL.
El empresario, quien ha observado la reconfiguración comercial en los últimos años debido a la pandemia de Covid-19, menciona que el mercado automotriz está a la espera de lo que sucederá con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
“El tema de los aranceles es algo que estamos vigilando, y probablemente nos afectará de la misma manera que lo hizo con la industria de los colchones. Es decir, de repente dirán ‘los chinos salen y ¿a dónde me voy? A Guatemala, Centroamérica o Sudamérica para evadir las cuotas compensatorias y vender los coches’”.
Si Donald Trump impone un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas, esto impactará negativamente en la mano de obra, el pago de impuestos y frenará la llegada de más marcas y fabricantes de autos desde Asia, concluye el empresario.
Actualmente, la economía mexicana se mantiene fuerte y sólida gracias a las inversiones que han llegado, y “esperamos que no sea cierto que se imponga un 25% de arancel a todo lo que vaya de México a Estados Unidos, porque eso colapsaría muchas industrias”, señala el empresario.
Debido a la pandemia de Covid-19, el empresario tuvo que cerrar sus centros de distribución, ya que los clientes enfrentaron una paralización de operaciones y recortaron todo.
“En ese momento (de la pandemia) fue difícil y duro, pero dio un giro al servicio de freight forwarder (o negocio en donde se exporta mercancía a nivel internacional)”, añade.
Durante la pandemia de Covid-19, las importaciones de motocicletas de China e India aumentaron más de 200 por ciento, lo que reflejó una dinámica del mercado impulsada por la crisis sanitaria.
El sector de la construcción también experimentó un fuerte impulso durante este período, ya que muchas personas comenzaron a remodelar y rehabilitar sus viviendas, “y ahí también participamos en ese sector”, menciona el empresario.
A pesar del cierre de los centros de operación, hubo un crecimiento exponencial en el movimiento de mercancías a nivel mundial. “Fue un cierre de los centros de operación, pero un crecimiento exponencial en el movimiento de mercancías en el mundo”, concluye el empresario, quien tiene operaciones en Estados Unidos, Barcelona, Canadá, Guatemala y Dubai.
Este último mercado, Dubai, ha sido clave en el movimiento de carga para la industria petrolera y petroquímica en el Medio Oriente.