BBVA México señala que solo un tercio de los mexicanos en EE. UU. son indocumentados; una reducción en la oferta laboral migrante podría aumentar los salarios de los trabajadores, lo que fortalecería su capacidad para enviar remesas.
Según un análisis de BBVA Research publicado este miércoles, las políticas antiinmigrantes de Donald Trump no afectarían de manera significativa el flujo de remesas enviadas de Estados Unidos a México.
En su informe, BBVA subrayó que las remesas, que se estima habrían llegado a un récord histórico de 65,000 millones en 2024, dependen en gran medida de la economía de Estados Unidos, más que de las políticas migratorias.
La nota también recordó que durante el primer mandato de Trump (2017-2021), las remesas a México aumentaron más del 50%, y BBVA anticipa que el panorama actual será comparable.
“Cualquier posible disminución en las remesas a México se atribuiría principalmente a la reducción de oportunidades laborales para los migrantes (debido a una desaceleración económica), y no a factores vinculados a la política migratoria de EE. UU.”, explicó.
El reporte citó que actualmente hay más de 12 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, de los cuales 4.1 millones no tienen documentación legal. Por esta razón, BBVA destacó que solo un tercio de los mexicanos en EE. UU. son indocumentados, lo que reduciría el impacto de posibles deportaciones masivas en el flujo de remesas.
Además, aclaró que una reducción en la oferta laboral migrante podría aumentar los salarios de los trabajadores actuales, lo que fortalecería su capacidad para enviar remesas. También señaló que la dispersión geográfica de los migrantes complica la realización de redadas masivas, y destacó que las remesas no solo dependen de los migrantes indocumentados, sino también de las generaciones posteriores de mexicanos en EE. UU. que son ciudadanos y siguen enviando dinero a sus familias.
A pesar de que las remesas hacia México han mostrado una desaceleración desde finales de 2023, BBVA atribuyó este fenómeno a factores económicos, como la estabilización del mercado laboral en EE. UU. y la fluctuación del tipo de cambio, y no únicamente al regreso de Trump a la Casa Blanca y sus futuras políticas.
“El volumen de migrantes mexicanos en EE. UU. se ha mantenido relativamente estable desde 2007, alrededor de 12 millones, con una fluctuación de aproximadamente ±500,000. Esto marca un límite claro en el potencial de crecimiento de las remesas, el cual probablemente ya se está alcanzando”, explicó.
En cuanto a las deportaciones, BBVA resaltó que durante el primer mandato de Trump se realizaron 300,000 deportaciones anuales, cifra inferior a las 400,000 que se dieron en el primer mandato de Barack Obama.
Esto refuerza la idea de que una política de deportaciones masivas, aunque promovida en términos retóricos, sería inviable debido a los altos costos económicos y sociales. Además, el 70% de los migrantes indocumentados vive en hogares con ciudadanos estadounidenses, lo que complica la realización de operativos efectivos, argumentó.