Entre gritos de justicia y la exigencia de derechos, la marcha del 8M en Ciudad Victoria dejó su huella en edificios y monumentos emblemáticos durante el Día Internacional de la Mujer. Las manifestantes, algunas encapuchadas, marcaron la jornada con acciones de protesta que incluyeron pintas en la Presidencia Municipal y el Palacio de Gobierno, así como en monumentos históricos.
Uno de los episodios más álgidos fue cuando un grupo de mujeres, al grito de “¡Fuimos todas!”, arrojó gasolina y encendió fuego en uno de los accesos al Palacio de Gobierno. En ese momento otras mujeres confrontaron a reporteros para que no grabarán a quienes prendían el fuego. Las llamas, interpretadas como un símbolo de la desesperación ante la falta de respuestas, iluminaron brevemente la fachada mientras otras participantes intervenían las paredes con manos pintadas y símbolos feministas, en un acto de iconoclasia que busca resignificar estos espacios de poder.
La marcha, que comenzó poco antes de las 6:00 de la tarde desde el Patinadero de la Unidad Deportiva Adolfo Ruiz Cortines, reunió a cerca de 500 mujeres que avanzaron por la calle 17 hacia la Plaza Juárez. A lo largo del recorrido, se registraron tensiones cuando algunos automovilistas intentaron cruzar la manifestación, pero fueron detenidos por las manifestantes que no dudaron en confrontar a los conductores.
A su llegada a la Plaza Juárez, las participantes vandalizaron el monumento a Venustiano Carranza con pintura en aerosol y carteles. Una manta fue colocada en la parte frontal del monumento, mientras en otro sector de la plaza, las mujeres instalaron un “tendedero” de denuncias públicas que señalaban casos de acoso y violación en centros de trabajo y escuelas.
El contingente también intervino el monumento a Pedro José Méndez en su recorrido. La Plaza Juárez se llenó de carteles y mensajes que visibilizaban las demandas del movimiento feminista, exigiendo justicia y acciones concretas para poner fin a la violencia de género y los feminicidios.
Uno de los casos que tomó protagonismo fue el de Perla Citlali, una joven odontóloga asesinada en Querétaro en febrero pasado. El contingente exigió justicia por su feminicidio, recordando que su agresor sería su exnovio, contra quien ya había presentado denuncias por violencia.
Elementos de la Guardia Estatal y Protección Civil acompañaron la manifestación desde una distancia prudente. Aunque no se registraron enfrentamientos directos con las fuerzas del orden, su presencia fue constante durante el recorrido y en la Plaza Juárez.
Al final de la marcha, el eco del grito “¡Ni una menos!” resonó en las calles. Las mujeres, muchas de ellas acompañadas de niñas y niños, regresaron a casa con sus demandas aún latentes en el aire, dejando claro que la lucha por la justicia y la igualdad no se detendrá.
