La onda de calor provocó un mayor consumo de productos fríos y helados, sin embargo, las ganancias se fueron en pagar servicios como el de la energía eléctrica.
La señora André López, reconoció que tuvo las mejores ventas del año, incluso no se daban abasto en la venta de agua.
Sin embargo, poco duró el gusto, pues ya llegó el primer recibo de luz con un aumento de ocho mil pesos.
Además, los refris sufrieron daños por la exigencia de estar trabajando las 24 horas del día.
A esto, dijo, tienen que agregar que la escasez del hielo provoca un aumento de costo y más porque se triplicó la demanda del mismo. Los empresarios esperan que los gastos puedan ser menores, al menos en los recibos de agua y luz.