Agricultores esperan establecer cultivo de primavera-verano, en caso de no llover, confían en ciclo otoño-invierno.
Un panorama muy complicado con altibajos es el que viven los agricultores del municipio de Altamira, la falta de lluvias mantiene frenados los trabajos de agricultura entre los productores de la región, señala Dimas Salazar Rodríguez.
En entrevista, aseguró que no pueden hablar de afectaciones, pues la falta de lluvia ha impedido siquiera establecer el ciclo de primavera-verano.
“Propiamente afectaciones a la agricultura no hay porque no se ha podido establecer el cultivo de primavera-verano que es el que está en vigor, hablamos en específico del sota, se hizo la preparación si, se hizo la fertilización para establecer el cultivo, sin embargo, las precipitaciones que se han presentado en los últimos días no son suficientes para sembrar”, citó.
El entrevistado aseguró que tienen toda la fe puesta en que las lluvias continúen, pues es el único modo en que el campo de Altamira tendría un respiro.
Dimas Salazar detalló que el cultivo del frijol soya es muy susceptible al fotoperiodo, derivado a las horas luz que requiere para desarrollarse, por tanto, se da un ciclo de siembra del día 10 de junio al 10 de julio, lo que deja como único recurso el arriesgarse a sembrar fuera de ciclo, sin embargo, esto podría ser un albur puntualiza en entrevista.
Algunos productores se han resignado y únicamente están esperando inicie el ciclo otoño-invierno para poder cultivar sorgo.
En este sentido, un promedio de 42 mil hectáreas está en juego, correspondientes a 2 mil 300 productores que esperan plenamente las lluvias.