De acuerdo con especialistas, en vista del nearshoring, México necesita incrementar la producción de energía renovable para mejorar las condiciones para las empresas y satisfacer la creciente demanda del sector.
Expertos coinciden en que la llegada de inversiones debido al fenómeno de relocalización de cadenas o “nearshoring” está impulsando a México a aumentar la producción de energía limpia, con el fin de proporcionar mejores condiciones para las empresas y satisfacer la creciente demanda del sector.
Jesús Carrillo, quien ocupa el cargo de director de economía sostenible en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y es uno de los ponentes destacados en la feria líder del sector, destacó que el nearshoring representa “una oportunidad” para la adopción de nuevas tecnologías, al tiempo que subrayó su impacto en el impulso hacia una transición energética más comprometida.
“Exige a México que ponga más el acelerador en materia de transición energética. Es una oportunidad también, porque esta reindustrialización de los Estados Unidos y este cambio tecnológico que se está acelerando favorece el financiamiento, la instalación y el ecosistema para la transición energética”, señaló en una entrevista.
Carrillo aseguró que, aunque el Gobierno se puso la meta para finales de 2024 de generar al menos un 35% de energías limpias para abastecer las necesidades de la ciudadanía y las empresas, en 2023 sólo logró el 22% de este tipo de ‘commodities’, pues sigue dependiendo de los combustibles fósiles.
En el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima en 2022, el Gobierno se comprometió a modernizar 16 plantas hidroeléctricas con el fin de aumentar la producción anual de energía limpia en 1,085 gigavatios/hora. Además, anunció la creación de parques solares en la frontera de México con Estados Unidos y la construcción del parque solar fotovoltaico en Puerto Peñasco (Sonora).
Luis Stone, director general de Ergosolar y experto ponente en abastecimiento energético, destacó que las empresas que están relocalizando su producción tienen como objetivo garantizar aspectos como el acceso a recursos humanos calificados y la seguridad, pero también buscan que los países cumplan con estándares ambientales. Esto subraya la necesidad de que México aumente su producción de energía limpia para satisfacer las demandas de las empresas extranjeras.
En una entrevista, Stone afirmó que debido al ritmo actual de crecimiento en energías limpias, la infraestructura en México aún no estaría preparada para recibir de manera masiva a empresas bajo el modelo del ‘nearshoring’. “Este es un desafío significativo, ya que las redes de distribución y transmisión de energía no están preparadas para soportar una carga tan grande de ‘nearshoring’. Por lo tanto, como ‘prosumidores’ (una combinación de productor y consumidor), estamos obligados a ser más responsables en la generación y consumo de energía”, señaló.
Stone sugirió que el modelo de abastecimiento aislado podría ser una solución para satisfacer la demanda de empresas extranjeras que no tienen una gran demanda energética.
Los expertos también abogaron por políticas públicas que promuevan una mayor inversión en la transmisión y distribución de energía.
“En 2021 y 2022, se asignaron 10,000 millones de pesos y 7,000 millones de pesos respectivamente a la Comisión Federal de Electricidad para transmisión y distribución, pero solo se utilizó el 30% y el 50% de los recursos”, declaró Carrillo.