Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco, falleció el 21 de abril de 2025 a los 88 años en su residencia en la Casa Santa Marta, Vaticano, según anunció el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano.
Su muerte ocurrió a las 7:35 de la mañana, un día después de su última aparición pública durante la bendición Urbi et Orbi del Domingo de Resurrección, donde se mostró visiblemente debilitado.
Francisco había enfrentado problemas de salud crónicos, especialmente pulmonares, desde su juventud, cuando se le extirpó parte de un pulmón debido a una neumonía.
En febrero de 2025, fue internado en el Hospital Gemelli de Roma por una bronquitis que evolucionó a una neumonía bilateral, requiriendo 37 días de hospitalización.
A pesar de una leve mejoría y su alta el 23 de marzo, su estado seguía delicado.
Informes sugieren que la causa de su muerte pudo ser un derrame cerebral, aunque el Vaticano aún no ha confirmado oficialmente las circunstancias exactas, que se detallarán tras el rito de constatación de la muerte.
Tras su fallecimiento, se activó el protocolo Sede Vacante. El camarlengo confirmó la muerte, selló los aposentos papales y organizará el funeral, que se celebrará entre el cuarto y sexto día tras su muerte, probablemente en la Basílica de San Pedro.
Francisco había simplificado los ritos funerarios en 2024, eliminando los tres ataúdes tradicionales (usará uno de madera con revestimiento de zinc) y permitiendo la inhumación fuera de la Basílica Vaticana, expresando su deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor.
El cónclave para elegir a su sucesor comenzará entre 15 y 20 días después, en la Capilla Sixtina, con cardenales menores de 80 años votando hasta alcanzar una mayoría de dos tercios.
Francisco nombró al 80% de los 135 cardenales electores, lo que influirá en la elección de un Papa que refleje su legado de universalidad y atención a las periferias.
Su muerte ha generado reacciones globales. Líderes como la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el presidente ruso Vladímir Putin destacaron su compromiso con los pobres, la paz y la justicia.
En Roma, fieles y turistas expresaron pesar y desconcierto en la Plaza de San Pedro, donde las campanas tocaron en señal de luto.
Argentina decretó siete días de duelo nacional.
