Hoja de Ruta: Perspectivas Logísticas y Comercio Exterior.

Este 2024 se están cumpliendo 30 años, donde México firmará el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, hecho que ha traído comentarios negativos y positivos, para mí el TLCAN-TMEC ha sido un catalizador en constante evolución, como lo han sido las economías a nivel mundial.

Su efectividad depende de lo que hagamos para incrementar su operatividad y funcionalidad. Pero examinemos que ha pasado desde entonces.

En la década de los noventa Estados Unidos buscaba quien le fabricara, y volteó a ver a México y se topó con que teníamos una inestabilidad política y económica (la crisis del 94, un candidato presidencial asesinado y una guerrilla del movimiento zapatista) aunado a esto una pésima infraestructura portuaria y fronteriza, lo que provocó que únicamente se sentaran las bases para la firma del tratado TLCAN.

En la década de los 2000 el desarrollo de la industria automotriz con el modelo de “clústeres” distribuidos principalmente en la zona centro del país, son la prueba del crecimiento en infraestructura (rutas marítimas, parques industriales, cruces fronterizos, administradoras portuarias, autopistas y regímenes aduaneros) que tenemos hoy en día.

Y confirmando lo anterior, les comparto una estadística del puerto de Altamira el cual cerro el 2023 con alrededor de 400 mil vehículos exportados. Sin duda esta industria automotriz fue el parteaguas para el desarrollo de otras industrias como la aeroespacial, electrodomésticos y el acero por mencionar algunas y la consolidación de México como país altamente exportador.

En la década pasada se somete a revisión el tratado y sale con el nombre de T-MEC, se ponen sobre la mesa nuevos temas como el comercio electrónico, energías renovables, apertura del sector energético (gasolinas) y se acuerda que cada 6 años se vaya actualizando el tratado, pero lo más importante paso en el 2018 cuando Estados Unidos le declara la guerra comercial a China con el incremente de aranceles, este acontecimiento provocó que en el 2023 México recibiera una inversión extranjera directa (IED) de $43,900 millones de dólares por el tema de la relocalización de empresas o también llamada nearshoring y para fortuna nuestra, este 2024 veremos cifras muy parecidas en tema de IED.

Y en la década en curso nos ha tocado vivir de todo; desde el COVID-19, una crisis post pandemia, una fuerte inflación a nivel mundial, conflictos bélicos y cambios significativos en comercio exterior en México como la creación de una agencia nacional de aduanas para la recaudación de impuestos al comercio exterior, la administración de puertos y fronteras por la Secretaria de Marina y Defensa Nacional, así como una nueva convocatoria para solicitar patente de agente aduanal, pero el punto importante fue la visita del presidente Joe Biden y Justin Trudeau a México en Enero del 2023 para la firma de un “comité de sustitución de importaciones” lo que busca en resumen es dejar de comprar un 25% de productos en Asia y comprarlos en la zona de América del Norte esto traerá como consecuencia el incremento en 2 puntos porcentuales al PIB en México.

Con esta información formulo la siguiente pregunta ¿cómo afrontaríamos los próximos 30 años del tratado? desde mi punto de vista se debe elevar la productividad en toda la cadena de suministros, generar un valor agregado a nuestros productos y estar preparados con los retos y oportunidades de hoy en temas como: la digitalización, la economía del conocimiento y la industria 4.0.

En conclusión, el comercio exterior ha sido un motor fundamental del crecimiento económico de México en las últimas tres décadas. Si bien se han logrado avances significativos, aún queda un largo camino por recorrer.

Es necesario trabajar de manera conjunta el gobierno, el sector privado y la academia para fortalecer la competitividad, diversificar los mercados de exportación y adaptarse a las nuevas dinámicas del comercio global, para que tengamos otros 30 años más de comercio exterior y vivamos nuestro #MexicanMoment