La empresa El Oso enfrentó una demanda civil interpuesta por María Guadalupe Horta Díaz, quien exige el pago de 888 mil pesos, lo que llevó al embargo de algunas de sus marcas.
Las marcas de grasas El Oso, cuya fábrica fue desalojada violentamente por un grupo de aproximadamente 100 personas hace unos días, fueron embargadas debido a una deuda de 888 mil pesos derivada de un juicio civil ordinario, el cual generalmente se inicia para reclamar el pago de una renta o exigir el cumplimiento de un contrato.
“En cumplimiento con lo dispuesto en el proveído dictado en el expediente 1346/2022 del juicio civil promovido por María Guadalupe Horta Díaz contra El Oso, S.A. de C.V., se giró un oficio al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para que, dentro de su ámbito de competencia, realice la anotación del embargo”, explicó Francisco René Ramírez Rodríguez, juez del Décimo Cuarto de Civil de Proceso Escrito de la Ciudad de México.
De acuerdo con el juez de la Ciudad de México, el embargo se ha registrado sobre la marca El Oso, siempre que sea propiedad de la demandada El Oso S.A. de C.V., hasta por un monto de 888 mil pesos. Este embargo tiene como propósito garantizar el cumplimiento de la sentencia definitiva, conforme al Código de Procedimientos Civiles y la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, según la documentación correspondiente.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial informó: “Se comunica que se inscribe el embargo trabado en el registro de marca citado al rubro, en los términos indicados en el oficio mencionado, y conforme a la documentación presentada por el juez del Décimo Cuarto de Civil de Proceso Escrito de la Ciudad de México.”
Entre las marcas embargadas se encuentran El Oso, Mexicana, Brilloso El Oso, entre otros sellos de la empresa fundada por Prisciliano Pérez Buenrostro, originario de Jalpan, Querétaro.
El viernes 17 de enero de 2025, la fábrica de grasa para zapatos “El Oso”, ubicada en Eje Central y Popocatépetl, en la colonia Portales Sur de la alcaldía Benito Juárez, fue desalojada de manera violenta por un grupo de aproximadamente 100 personas que ingresaron al inmueble.
Inicialmente, se especuló que el desalojo había sido parte de un operativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, acompañado de personal de la alcaldía. Sin embargo, días después, ambas entidades negaron su participación en el suceso.
A través de redes sociales, comenzaron a circular videos que captaron el momento exacto del desalojo nocturno llevado a cabo por un grupo de personas.
Se sabe que Prisciliano Pérez Buenrostro llegó a la Ciudad de México a principios del siglo XX. El empresario comenzó su carrera como fotógrafo popular en el Zoológico de Chapultepec, rodeado por la algarabía de la gente y el aroma de pinos y eucaliptos, siendo testigo de la llegada del primer oso polar al parque de la Ciudad de México.
Estas experiencias marcaron su visión y su impulso por emprender, lo que lo llevó a explorar nuevos horizontes en el ramo ferretero como ayudante de almacén, donde empezó a desarrollar sus habilidades comerciales. En esa época, la fabricación de grasa o betún se realizaba calentando ingredientes en cazos con leña. Sin embargo, la inquietud de Don Prisciliano por ofrecer un producto superior lo llevó a crear su propia fórmula, combinando ingredientes ideales para la preservación y embellecimiento del calzado y artículos de piel.
En 1918, Prisciliano Pérez Buenrostro logró fundar su fábrica, que fue formalmente constituida el 6 de enero de 1922 en el corazón de la Ciudad de México. El nombre de la empresa hace alusión a la época en la que las imágenes y los vestigios del México posrevolucionario se fusionaron con la emoción y sorpresa de las personas al ver al primer oso polar en el país.
Desde su creación, esta empresa 100% mexicana se ha dedicado con orgullo a la fabricación de productos para el cuidado del calzado, siempre manteniendo la filosofía de calidad y el espíritu innovador que distingue a sus productos.
A nivel internacional, El Oso ha exportado sus productos a países como Cuba, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Estados Unidos, Francia, Noruega y Japón. Además, estaba en proceso de expandir su presencia en el mercado anglosajón, desarrollando nuevos envases y fórmulas optimizadas para alcanzar nuevos mercados.